A la hora de ponerse manos a la obra con un cuadro, es muy importante encontrar las referencias adecuadas. Cada elemento debe poseer un significado, ser un símbolo o simplemente ser creado a propósito para cada obra.
Eso es de hecho lo que distingue la pintura de la fotografía, y un buen pintor de uno mediocre. La capacidad de generar imágenes que antes no existían ni existirán.
Durante ese proceso, no dejo de hacer modificaciones, ya que la idea original puede variar mucho de un momento a otro.
Una gran fuente de inspiración es el cine, así como la naturaleza. También tengo por costumbre pintar mientras escucho música o pódcast con un contenido enriquecedor a nivel cultural.
La inspiración comienza desde el momento en que coges el pincel hasta que lo dejas.
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